26.7.10

Ahí iba yo, despeinada por las caricias del viento. Emprendía a mi casa, y miraba a toda esa gente, atropellada, aburrida. Y escuchaba esas bocinas, enojadas, maldiciendo. Y pensaba, ¿será tan necesario? Digo, el tiempo siempre existió, nunca morirá. Es el Dios de los ateos, y de mí, que no lo soy.
Un poco de calma, un poco de lógica, un poco de amor. Amor a lo que nadie ama, amor a lo que no merece amor. Amor a caminar aunque haga frío, amor al frío que uno tiene cuando camina. Digo, ¿por qué no? Si amar es gratis. Y lo gratis es amable ¿Quién no ama lo gratis?
Y sin irme de tema, amar a la calma ... Calma y a amar .

0 comentarios: